lunes, 10 de septiembre de 2007

Manipulación de embriones


Actualmente en algunas clínica del País se está desarrollando un programa de reproducción asistida, la que involucra fertilización in vitro y transferencia embrionaria (FIV/TE).
Por medio de este sistema se manipulan embriones, muriendo en este proceso la gran mayoría antes de la implantación de uno (si es que ello ocurre).
Las estadísticas demuestran que para que se haga efectiva la implantación de un embrión se requieren 5 embriones, ello con una tasa del 50 % de probabilidad de que sea efectiva la implantación.
De esta estadística podemos deducir que hay un gran número de embriones que mueren en el camino. La pregunta es ¿Tienen protección jurídica? Y si es así ¿Quién vela por la vida de dichos embriones?
La Constitución asegura a todas las personas el derecho a la vida, y de modo particular asegura que la ley protege la vida del que esta por nacer.
Por otro lado el Código Civil señala que la vida debe ser protegida desde sus inicios como bien lo expresa en su artículo 75:
"La ley protege la vida del que está por nacer. El juez, en consecuencia, tomará, a petición de cualquiera persona o de oficio, todas las providencias que le parezcan convenientes para proteger la existencia del no nacido, siempre que crea que de algún modo peligra".
La vida comienza desde la concepción, por el hecho que desde ésta comienza un proceso continuo, no separable en etapas, en un ser con ADN propio distinto del de los progenitores. En suma es un ser humano.
Muchos han señalado lo opuesto, es decir que la vida no comienza desde la concepción sino que desde que tiene (el embrión) sistema nervioso, o morfología de hombre, o cuando se implanta, o cuando cumple 3 meses, entre otros. Estas teorías son sumamente arbitrarias, fijadas por aspectos solo prácticos y no verdaderos.
Los expertos en embriología han llegado a consenso en cuanto a que la vida comienza desde la concepción. De ahí empieza un ciclo vital único que finaliza solo con la muerte del mismo.
La manipulación de embriones atenta contra este principio básico (de proteger la vida del que está por nacer). Por lo que la legitimidad de esta práctica se ve sumamente cuestionada. El fin estimados lectores no justifica los medios.

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