martes, 23 de octubre de 2007

Entrevista a Norma McCorvey

Estimados Amigos:

Los invito a leer la entrevista a Norma McCorvey, "Jane Roe" en el juicio Roe contra Wade que legalizó el aborto en Estados Unidos.

Norma McCorvey fue el símbolo de la batalla del aborto en los EEUU. Utilizada por las feministas, se pasó 14 años de ‘noche oscura’ “enganchada a la botella de vodka”.Hoy
denuncia a los que la “utilizaron”: “Si hubiéramos sabido lo que sabemos hoy,
jamás habríamos abortado”. Se convirtió a la fe católica en 1998.

Para ver entrevista presiona Aquí.

No a la píldora del día después


La iniciativa del Gobierno de sancionar a las farmacias que no han expendido la Píldora del día después- por estar dentro del Formulario Nacional de Medicamentos- nos parece un flagrante atentado contra el derecho a la vida del que esta por nacer y la libertad de conciencia de los dueños de las farmacias. Por el hecho que se les esta obligando a vender un producto con un potencial efecto abortivo como se reconoce a nivel mundial tanto por especialistas en la materia como por las mismos laboratorios que fabrican la pastilla; es más, todos los países que han legalizado el aborto, donde se comercializa este fármaco se ha dejado en claro su efecto abortivo, siendo en Chile el único país entre los mas de 80 que lo expenden que no establece que genera tal efecto.

Pese a ello (para los escépticos), si aun prevaleciera la duda respecto a los efectos de este, el Estado debe de igual manera ejecutar todas las providencias necesarias para cristalizar la situación que causa incertidumbre. Y aun cuando, continuara la inseguridad, es preferible- siendo sumamente justo- suponer su efecto abortivo. Por el hecho que estamos ante una decisión que si no es acertada, afectará un derecho esencial, fundamental y sagrado que es el que a todo ser humano se le respete desde sus inicios su propia vida.

Si esta "presunción" no fuera correcta, no causaría un daño mayor que el que se realizaría si se tomara la otra opción, porque en ningún momento se estaría violando la garantía Constitucional y Humana mas importante de todas, la de proteger la vida del que está por nacer

Consideramos que el Gobierno debe retractarse de estas medidas sancionatorias como también de expender en sus consultorios la píldora en cuestión a la brevedad, recomendándole que siga el famoso adagio: "Ante la duda, abstente".

sábado, 6 de octubre de 2007

Para tener derecho a una vida digna, primero necesitamos tener una vida.


El día 27 de agosto fui a un seminario sobre el derecho a la vida en la Universidad Católica. En éste expusieron notables personajes tanto de la política chilena, de medicina y de la Iglesia Católica.

Me llamó mucho la atención el hecho de que todos expusieran el tema del aborto, pues es el primer atentado contra la vida, mientras que Nelson Ávila, uno de los panelistas, habló sobre una vida digna, sobre todo en materias económicas.

Él planteaba que más que derecho a la vida, las personas debían tener derecho a una vida digna. Entonces me surgió la pregunta ¿no es necesario tener derecho a la vida, para poder optar a una digna?, o ¿cómo tener derecho a una vida digna si se quita el derecho a la vida aceptando el aborto?

Aristóteles decía “para los vivientes, vivir es ser” y es que los vivientes son en la medida que viven y cuando mueren dejan de ser. Si quiero ser algo, si quiero tener una vida digna, primero tengo que vivir, de lo contrario no puedo ser. Vivir no es, por tanto, una operación del hombre, sino que es su causa eficiente.

El ser del hombre es el ser de una persona. La palabra persona se define como aquello único, singular e irrepetible, propio, es ser alguien. Ser alguien implica ser valioso por sí mismo. La vida humana es valiosa por sí misma, no valiosa para mantener la especie, valiosa para mantenerse a sí misma, por consiguiente ninguna vida es comparable a otra.

¿Por qué poner la vida de la madre por sobre la del hijo?, ¿no tiene acaso el mismo derecho éste de crecer ahí?

La vida humana, “vida”, solo esa palabra, es un bien de todos y todos tienen el derecho de que se les proteja.

Mónica Rozas Larraín.
Estudiante de Psicología.

martes, 2 de octubre de 2007

Dorothy Day ¿De abortista a santa?

Hilarie Belloc en un momento dado escribió: "Los hombres y mujeres conversos son, quizás, el actor principal del creciente vigor de la Iglesia Católica en nuestro tiempo". Y sobre este punto vemos la conversión de Dorothy Day (1897 - 1980), la cual fue una mujer divorciada que abortó por miedo a ser abandonada por su amante, quien permitió a la sociedad de aquél entonces contagiarse del Evangelio y los valores de la Iglesia, y así ser ejemplo de santidad en medio de lo cotidiano.

El fallecido Arzobispo de Nueva York, Cardenal Jhon O´Connor, manifestó en una oportunidad que "la beatificación de Dorothy Day podría recordar a muchas mujeres de hoy lo grande que es la misericordia de Dios, incluso cuando somos capaces de cometer un acto criminal y abominable como el aborto de un hijo. Ella supo bien lo que es estar al margen de la fe y lo que es después descubrir el camino correcto y vivir en plena coherencia con la exigencia de la fe católica".
Darothy nació en Brooklyn en el año 1897, creció en Chicago dentro de una familia protestante. Asistió, más no se graduó, a la Universidad de Illinois. En el año 1916 la familia Day se mudó a Chicago, donde ella sigue la carrera de periodista revolucionaria. Empieza a escribir como corresponsal y hace publicaciones izquierdistas como el Call y el New Masses. Se involucró en asuntos candentes como: los derechos de la mujer, el amor libre y el control de la natalidad.
La alegría natural de la fe

Dorothy salió nuevamente embarazada en el año 1926 y esta vez decidió tener al bebé. "Y entonces la pequeña Tamar Theresa nació, y con su nacimiento la primavera llegó a nuestras vidas. Mi alegría era tan grande que me senté en la cama del hospital y escribí un artículo para el New Masses sobre mi hija con la intención de compartir mi alegría con el mundo". Day decidió que su hija sería católica, la bautizaría y ella también se convertiría al catolicismo, aunque el padre de la bebé era un ateo comprometido.


Dorothy era conciente que era imposible hacer aquello teniendo a un amante al mismo tiempo.
Por lo que un día antes de su bautismo se separó de él. "La conversión es una experiencia solitaria. Nosotros no sabemos qué está pasando en las profundidades del corazón y el alma de otra persona. Apenas nos conocemos a nosotros mismos".
Las enseñanzas de la Iglesia, la vida sacramental, la convivencia con los pobres y la lucha contra un sociedad que se burlaran de ella, fueron las cosas que más marcaron su vida.

The Catholic Worker

"The Catholic Worker" lanzó su primer ejemplar el 1 de mayo de 1933, con informaciones sobre las huelgas, el paro, el trabajo infantil, los salarios ínfimos de los negros, etc. Los colaboradores crecieron y los números de distribución también, y fue por lo que se convirtió también en un movimiento para ayudar a los más necesitados y es así que se empezaron a construir casas de hospitalidad, y para 1936 ya se habían construido 33 casas en todo el país debido a la Gran Depresión, lo cual dejó a millones de personas en la total miseria.
En 1980, a los 83 años, Dorothy Day falleció, luego de una vida llena de pobreza voluntaria. El periódico "The Catholic Worker" continúa en circulación y sigue costado el mismo precio que cuando recién fue lanzado: 1 centavo de dólar.
Fuente: Aciprensa